Cristina Peri Rossi 

Este es el título de la más reciente muestra de literatura uruguaya publicada en España; la recopilación ha sido realizada y publicada por el equipo de la revista Malabia (la revista se edita en Internet) y comprende poesía y relatos. Esta combinación puede resultar insólita en nuestro país, pero es bastante frecuente en América Latina, donde son los dos géneros preferidos por autores y por escritores. En una de sus últimas conferencias, en Madrid, Mario Vargas Llosa, antes de recibir el Nobel, declaraba que la poesía era su género preferido, pero que no era un buen poeta; algo equivalente a lo que siempre sostuvo Julio Cortázar, que sí publicó algunos poemas, especialmente en uno de sus últimos libros, Salvo el crepúsculo.  Consideraba que la poesía era el género por excelencia de la literatura, del mismo modo que William Faulkner confesaba que era novelista porque no tenía talento suficiente como para ser buen poeta. Ni talento, ni oído, porque la poesía es música, también.

AL OTRO LADO DEL BOSQUE

(Epílogo de Los árboles sin bosque)

Jorge Rodríguez Padrón                  

Escribo desde Madrid. Pero puedo estar en Barcelona –en cualquier época del año– y puedo encontrarme con Federico y con Héctor: lo hacemos a menudo en el patio mediterráneo del Ateneo, en la atmósfera cargada y ruidosa de Laie o, tal vez, en algún café medio solitario en los altos de Gracia. Hablamos. Y la conversación se extiende hasta bien caída la tarde, bochornosa de verano o fría, que cala los huesos, en los amenes de diciembre. Derivamos por mil afluentes, pero volvemos –una y otra vez– a nuestras incertidumbres ante los tiempos que nos ha tocado vivir: tiempo político, pero no de ideologías e intereses partidarios, tiempo sin ideas, que impone la mentira de lo conveniente. ¿Cómo detenernos en eso y en la estrategia de leguleyos que quiere darle amparo, justificar lo injustificable? Subrayo tiempo político porque pienso en la relación verdadera entre el individuo y el espacio público en donde halla y reconoce (se reconoce también) a esos otros que son sus iguales pero, a la vez, sus diferentes. Ahí está en juego, ahora más que nunca (en juego y en riesgo), la libertad de la palabra. No la libertad de expresión, que ha terminado en un mero slogan tan correcto como vacío de sentido. ¿Nos redimirá, Héctor; se podrá, Federico, con la sola convicción de la conciencia? ¿Dónde la verdad, qué espacio le queda a la palabra poética (tampoco hablo de poesía) que podría redimirnos? Se desencadenan entonces los vientos de resistencia.

Diálogo con Héctor Rosales


Jesús Martínez Fernández

¿Cuál es la motivación que os ha inspirado para dar a conocer esta muestra?

La iniciativa parte de la Revista Malabia, una publicación virtual editada desde Barcelona, Montevideo y La Plata, que está por cumplir 50 números y aquí, en este libro, agrega una nueva vía de salida, la impresa.
El primer proyecto fue lanzar en formato libro una muestra de autores uruguayos contemporáneos, en activo, con trayectoria literaria, buena parte de los cuales no son conocidos en España.
El proyecto se planteó a Ediciones Carena, cuyo equipo participó en la elaboración del volumen y en la coedición y distribución del mismo.
La principal motivación ha sido publicar autores con voces propias, que seguramente hallarán lectores interesados dentro y fuera de España.

¿Cómo ha sido tu participación en tal proyecto?
Me invitaron a presentarles libros de autores compatriotas, algunos con textos que seleccioné directamente y tuvieron aceptación. Pero en general presté una buena cantidad de ejemplares de mi biblioteca para que fueran considerados por los responsables. Aparte, me pidieron textos míos e ideas gráficas para la salida impresa de Malabia, ya que se inauguraba una colección (Libros de Malabia) y había que lanzarla con una estética particular.
Terminé diseñando la cubierta y otros gráficos afines, dándole el título al libro y comunicándome con más de la mitad de los autores finalmente convocados.

Ministerio de Cultura de Uruguay

Los árboles sin bosque declarado de interés cultural

Decláranse de Fomento Artístico Cultural (art. 246 de la Ley 17.930 ,art. 3º numeral 4 Decreto 364/07) los proyectos que se enumeran a continuación, indicándose el orden de prelación en las respectivas áreas, y emitiéndose oportunamente las constancias correspondientes:

LETRAS

L31.10 Idea Vilariño en sus Diarios Larre Borges, Ana Inés
L38.10 Guía Benedetti de Montevideo, Fonticelli, Carlos
L34.10 Los poetas franco-uruguayos: un puente sobre el océano Duprey, Jacques
L29.10 Taller de la valija Guzmán, Malí
L35.10 Alcide D´Orbigny Duprey, Jacques
L26.10 Publicación de libro a través de la revista Malabia Nogara Federico
L28.10 Entre ...vistas, entre letras y corcheas Valentini, Lars
L33.10 Dixit Comunicación- Profesión-Conocimiento Universidad Católica








Federico Nogara


El importante movimiento cultural uruguayo de la primera mitad del siglo XX ha causado estupor y sorpresa en el mundo, sobre todoteniendo en cuenta las dimensiones del país, uno de los más pequeños de América Latina,y su escasa población (apenas llegó a superar los tres millones de habitantes). Una de las explicaciones de ese casi milagro podría estar en su historia contada por los historiadores revisionistas de los años sesenta, que encajaría perfectamente dentro de la obra de algún escritor del realismo mágico. Encontramos en ella enviados ingleses expertos en desestabilización, fuerzas extranjeras de diversos orígenes, una oligarquía reaccionaria, criollos ambiciosos, caudillos locales sin demasiados escrúpulos,religiosos retrógrados, losimperialismos, y por encima de todoun problema de identidad: ¿Es Uruguay un país inventado, es cierto lo del Estado tapón?¿Artigas era en realidad uruguayo o se le endilgó la nacionalidad por intereses políticos?¿Los uruguayos son latinoamericanos o europeos nacidos fuera del continente?Con este panorama ya tenemos el caldo de cultivo para la ficción.Y todavía falta el aliciente de la masiva inmigración europea y,a principios de los sesenta, el impulso de la Revolución Cubana.
La cultura uruguaya, con su multitud de acontecimientos y su mezcla de gente de diferentes lugares, tenía que ser inexorablemente política y universal. También fue vanguardista.
Tres escritores destacan en el siglo XIX y principios de XX:Bartolomé Hidalgo, un guerrero de las luchas por la independencia, que inaugura la literatura gauchesca; Eduardo Acevedo Díaz─otro hombre de acción─, quien nos cuenta las vicisitudes de su patria por escapar al poder español, argentino y portugués para caer víctima de sus propias guerras civiles; y Juan Zorrilla de San Martín con su Leyenda patria y Tabaré, dos libros emblemáticos (es importante destacar que Zorrilla era diplomático y representaba a Uruguay en España).